7 mitos sobre el embarazo

¿La forma del vientre indica el sexo del bebé? ¿La madre gestante debe comer por dos? ¿El estrés emocional durante un embarazo puede causar espina bífida en el bebé? Estas son algunas de las creencias populares que se generan alrededor del embarazo, sin embargo los avances en el campo de la medicina han logrado desmentirlas.

Aunque ahora la tecnología brinda todas las posibilidades para conocer detalladamente la evolución del bebé desde las primeras semanas de gestación hasta el parto, este tema sigue despertando muchas inquietudes. Es importante entonces que las mujeres embarazadas conozcan la realidad de esos mitos y consulten a su médico antes de tomar alguna medida al respecto que pueda ir en contra de la salud del feto o de ella misma.

1. La forma y altura del vientre pueden indicar el sexo del bebé
La creencia popular que afirma que si el vientre de la futura mamá está bajo, es un niño, y si está alto, una niña, es totalmente falso. La forma y altura del vientre están determinadas por el tono muscular y uterino, y por la posición del bebé. Para saber el sexo del bebé lo más recomendable es esperar hasta completar el primer trimestre de gestación, donde los genitales ya empiezan a formarse y se pueden ver mediante una ecografía.

2. La frecuencia cardíaca fetal puede revelar el sexo del bebé
La frecuencia cardíaca fetal normal varía entre 110 y 160 latidos por minuto (lpm), aunque hay quienes creen que si la frecuencia es más rápida (normalmente, superior a 140 lpm), el bebé será una niña y que si es más lenta, será un niño. Pero no hay estudios que demuestren de manera concluyente que la frecuencia cardíaca sea un indicador del sexo del bebé. De todas formas, la frecuencia cardíaca del bebé probablemente varía de una visita prenatal a otra, en función de la edad del feto y su nivel de actividad en el momento de la visita.

3. El estrés emocional durante un embarazo puede causar que el bebé nazca con espina bífida
La Asociación de Espina Bífida de América y otras compañías de investigaciones indican que muchas mujeres, tienen ideas erróneas sobre la espina bífida y el ácido fólico, pero la verdad es que no hay evidencias que indiquen conexión alguna entre la condición emocional de la madre y la espina bífida. Esta enfermedad está determinada por otros agentes como la genética o circunstancias particulares.

4. Si la madre tiene acidez, el bebé nacerá con mucho pelo
Falso, nada tiene que ver lo uno con lo otro. La acidez durante el embarazo puede estar causada por factores fisiológicos y hormonales, como por ejemplo que los tejidos se encuentran más relajados por las hormonas, o por la presión que hace el útero sobre el estómago. Y, la cantidad de pelo, depende de los genes que el bebé herede.

5. En el embarazo hay que comer por dos
Uno de los clichés que rodean a la mujer embarazada es que debe comer por dos. Pero ahora los ginecólogos han comprobado que un excesivo aumento de peso de la madre repercute de forma negativa en la salud del hijo. “El problema del peso materno es doble”, explica Antonio González, jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario de La Paz (Madrid). “En primer lugar porque puede provocar la aparición de preeclampsia (un trastorno hipertensivo), pero también porque aumenta el peso del feto e induce macrosomía”.
Por lo tanto, los médicos aconsejan llevar una dieta saludable en cuanto a la calidad y variedad, pero no en la cantidad.

6. Durante el embarazo no se puede hacer ejercicio
Todo lo contrario, el ejercicio moderado es recomendable pues favorece la llegada de sangre al útero y fortalece los miembros inferiores, de esta manera se dan mejores circunstancias para afrontar el parto y logar una recuperación más rápida. La actividad física también evita el aumento excesivo de peso y contribuye a la estabilidad emocional de la embarazada.

7. La embarazada no debe ingerir mucho líquido porque aumentará demasiado el líquido amniótico del bebé
La cantidad de agua de fuente (líquido amniótico) no depende de la cantidad de líquido que ingiera la madre, ya que la mayor parte de esa agua de fuente la producen el cordón umbilical y la placenta. Restringir la ingesta de líquidos a la madre puede ser perjudicial.

En busca de la verdad
Cada embarazo es diferente, hay mujeres que desarrollan algunos síntomas mientras que otras no, así que quien tiene la última palabra es el ginecólogo y es al primero que se le debe consultar, él brindará información específica según la situación médica de cada embarazada.

Fuente: http://www.lafamilia.info/