Abuelos y nietos: un vínculo de amor


En los abuelos está representada la historia Familiar, son fuente de experiencia y de sabiduría para hijos y nietos.

El ver a los `hijos de sus hijos´ forma parte de ese horizonte de plenitud que tiene la vida del hombre. En sus nietos, los abuelos ven la prolongación de la vida que ellos han engendrado. Hay una continuidad que marca el sentido espiritual de la condición humana. Esto tiene mucho que ver, además, con el sentido de la historia y la trasmisión de valores que son propios de la cultura del hombre y la sociedad.
Hay un pasado que se hace presencia en la persona de los abuelos. La solidez de la raíz es garantía para el futuro de los hijos; su compañía es, por ello, una riqueza.

El disfrute del abuelo es la riqueza del nieto
En los abuelos está la representación más pura del amor filial, especialmente en el lazo que se forma con los nietos. Esta es una relación dotada de reciprocidad; ambos se nutren del amor que expresan. Los nietos se convierten en fuente de vida y les enseñan a los abuelos a ver con los ojos de la alegría y la esperanza.

Al mismo tiempo, los nietos experimentan una vivencia única con sus abuelos, es algo así como una amistad pero con alguien que le triplica en edad. Amistad que es posible dadas las condiciones, puesto que no está de por medio la labor educativa que sí pertenece a los padres, de esta manera queda el camino libre para que los abuelos se den el lujo de consentir responsablemente.

Beneficios educativos
Son muchos los beneficios educativos que trae consigo una relación cercana entre abuelos y nietos. Incentivar en los hijos el cariño por sus abuelos, les hará conscientes de lo valiosa que es la Familia. Les servirá de ejemplo de vida, de sabiduría y experiencia. De la misma manera, les ayudará a interiorizar valores como el respeto, la solidaridad, la generosidad, entre otros.

Se dice además que una buena relación entre abuelos y nietos, hace que los niños comprendan mejor a sus padres, pues gracias a los abuelos, conocen cómo eran sus padres cuando tenían su misma edad.

Sea pues esta fecha, la perfecta ocasión para resaltar el meritorio papel de los abuelos en las Familias, ha de ser una celebración en acción de gracias por su vida, por sus esfuerzos, por sus angustias, por sus preocupaciones, por su amor.
Y como tarea para los padres, está el propender por crear lazos fuertes y armoniosos entre sus hijos y los abuelos, además brindarles un trato en el marco del respeto, de la comprensión y del afecto.